SOFTWARE IDENTIFICA RUT, DOMICILIO Y PREDICE TENDENCIA POLÍTICA DE ELECTORES
Instagis: el “gran hermano” de las campañas políticas financiado por Corfo
03.01.2018
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SOFTWARE IDENTIFICA RUT, DOMICILIO Y PREDICE TENDENCIA POLÍTICA DE ELECTORES
03.01.2018
“Al tener precargado el padrón electoral, [es posible] descubrir la concentración de votantes, su caracterización socioeconómica y tendencia política, para desarrollar un trabajo territorial eficiente dentro de su comuna”.
Para un aspirante a concejal, alcalde, parlamentario o incluso para un candidato a presidente, conocer la ubicación y tendencia política de un grupo de votantes meses antes de una elección puede transformarse en una poderosa arma de campaña.
Instagis, tal como promueve en su página web, ofrece eso y más. Su negocio consiste en cruzar distintas bases de datos con información de usuarios en redes sociales para predecir patrones de comportamiento, de consumo e incluso preferencias políticas. Así, cada vez que usted interactúa en su cuenta de Facebook, Twitter o Instagram, uno de los “robots” de Instagis puede monitorear ese contenido para luego cruzar la información con su RUT y domicilio, aunque estos últimos son datos personales que debiesen estar protegidos, pero los vacíos legales hacen que en la práctica no sea así. El resultado: un mapa georreferenciado con información respecto de cuáles son, por ejemplo, sus inclinaciones políticas, dónde se concentran los delitos en una comuna determinada o si es o no usted un fanático de las pizzas o el sushi.
Quiénes son y dónde viven los adherentes, detractores e indecisos de un candidato que aspira a un cargo público en un distrito determinado, es vital para saber qué y cuántas puertas tocar o qué mensajes enviarles por redes sociales.
Más de una docena de municipios liderados por alcaldes de distintos sectores de la política han utilizado el software de Instagis para gestionar a través de mapas georreferenciados sus planes de seguridad ciudadana o desarrollo comunitario, pero es en el ámbito electoral y de la mano principalmente de candidatos de Chile Vamos donde la empresa ha alcanzado notoriedad.
Instagis, que ha recibido en dos oportunidades inyecciones de dineros de Corfo –poco más de $1.400 millones en total–, fue desde las primarias de julio del año pasado pieza clave en la estrategia de campaña del comando del presidente electo Sebastián Piñera. También fue utilizada por varios candidatos de Renovación Nacional (RN) y la UDI electos en las municipales 2016 y parlamentarias 2017. Aunque hay quienes no le atribuyen un papel determinante en los resultados electorales, lo cierto es que tras firmar contrato con Instagis, RN se transformó en el partido más votado de Chile en las municipales de 2016. Y ocho de los diez candidatos de Chile Vamos a alcalde o concejal que utilizaron el software de la empresa en esa misma elección, salieron triunfadores.
El contrato de RN con Instagis se firmó en septiembre de 2016 con el objetivo de perfilar a los “votantes de las comunas objetivo del cliente”. En ese documento se detalla que la empresa monitoreará distintas “fan pages” de Facebook donde se publiquen contenidos políticos y “donde los usuarios que las siguen realizan interacciones públicas que revelan sus tendencias”, para luego cruzar los nombres de esas personas con los del padrón electoral “obteniendo el RUT de los fans para cruzarlos con otras capas de información pública”.
Expertos consultados por CIPER, señalan que la “fórmula” ofrecida a RN por Instagis –que es solo una de una docena de empresas que comercializa ese tipo de servicios en Chile– transita por una delgada línea que aprovecha los forados de una normativa (Ley 19.628 “Sobre protección de la vida privada”), que desde su promulgación en 1999 “estuvo más orientada a regular el negocio del tráfico de datos personales, antes que a proteger los derechos fundamentales de las personas”, señala Pablo Viollier, miembro de la fundación Derechos Digitales de América Latina.
Lo más llamativo de este contrato es que Instagis le ofreció un “precio preferencial” a RN ($18 millones) bajo condición de que la empresa pudiese conservar los resultados de ese trabajo, los que “podrá comercializar sin restricción para los fines que estime conveniente”.
Viollier advierte que en el caso de esa cláusula se podría configurar una vulneración a la privacidad de las personas: “Aquí se está autorizando la venta de propaganda política y eso pasa por un tratamiento indebido de los datos personales de los ciudadanos”, indica el especialista. Viollier agrega que la tendencia política de una persona es una información considerada en la legislación como “dato sensible” y que eso choca directamente con la prerrogativa contemplada en la misma ley sobre fuentes accesibles al público, una excepción que abre la puerta para que prácticamente todo dato personal que circule en la web sea susceptible de ser utilizado por terceros.
En el caso de obtener datos que permitan perfilar las preferencias políticas, el experto señala que “es discutible si se aplica la excepción de fuente accesible al público, porque la inclinación política de una persona puede ser considerada un dato personal sensible, y en ese caso se requiere de la autorización del titular o habilitación legal. Es algo que tendrían que resolver los tribunales porque está sujeto a interpretación”.
Socios de Instagis han reconocido en entrevistas que uno de los insumos más valiosos para alimentar sus sistemas de predicción territorial son las bases de datos que les entregan sus propios clientes. Un punto que podría resultar delicado si se toma en cuenta que la empresa trabaja con más de una docena de municipios a lo largo de Chile y que ha obtenido contratos con organismos públicos como el Servicio Electoral (Servel); el sistema de Compras Públicas y el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda).
Desde su creación en enero de 2013, Instagis ha tenido un ascenso prometedor. En junio de 2013 se convirtió en el segundo proyecto nacional en ser admitido en el grupo 500 Startups, una prestigiosa aceleradora de negocios de Silicon Valley, la meca del emprendimiento tecnológico en California. Con oficinas en Santiago y San Francisco, Instagis es administrada a través de una sociedad matriz –Instagis Inc.– que de acuerdo a la indagación de CIPER está registrada en Delaware (Estados Unidos), estado que en la práctica opera como paraíso fiscal.
Parte importante del explosivo crecimiento de la empresa en Chile y en el extranjero –tiene clientes en Brasil, Centroamérica y Estados Unidos– se debe a una cuantiosa inyección de capital con dineros del Estado. Fue en diciembre de 2015 cuando recibió $1.396 millones de manos de Genesis Ventures, una administradora de capital de riesgo a la que en mayo de 2013 Corfo le abrió una línea de crédito por UF 306 mil ($7.020 millones) para invertirlos en proyectos innovadores con potencial de crecimiento (ver recuadro).
La consultora Genesis arrastra un pasado polémico. Genesis Ventures es la sociedad encargada de administrar los fondos para capital de riesgo de su matriz Genesis Partners, empresa en cuya propiedad y administración participó el ex subsecretario de Minería Pablo Wagner y de la que recibió pagos por medio de boletas falsas (entregadas por su cuñada Carolina de la Cerda) por $24 millones mientras cumplía labores como funcionario público.
Tras su forzada salida del gobierno, luego de que quedara al descubierto su rol protagónico en las irregularidades que derivaron en la invalidación de la primera licitación del litio, Wagner regresó en 2013 (y hasta 2014) a Genesis en calidad de socio y director. En ese periodo recibió otros $31,5 millones por la misma vía, es decir, a través de boletas de su cuñada, tal como declaró De la Cerda ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) (ver reportaje de CIPER).
Hasta abril de 2016, la empresa Instagis fue controlada por la sociedad El Postino S.A., creada en febrero de 2005 por el ingeniero comercial Julián García Núñez y en cuya constitución participaron otras dos sociedades ligadas al también ingeniero comercial Fernando Ovalle Vial y al diputado electo por el Distrito 10 Jorge Alessandri Vergara (UDI), hermano del alcalde de Santiago, Felipe Alessandri.
Jorge Alessandri –quien utilizó el software de Instagis para su campaña a diputado– no es un advenedizo en la política. Entre 2010 y 2014 se desempeñó como director de Programación del ex presidente Sebastián Piñera y también como concejal de la Municipalidad de Santiago (2008-2012). Jorge Alessandri –quien creó una empresa de seguridad en 1999 con ex comandos del Ejército– señaló a CIPER que su participación en la sociedad El Postino terminó “años antes” de la creación de Instagis en enero de 2013.
En noviembre de 2015, a menos de dos años de su creación, Instagis aumentó su capital de $5 millones a $708 millones. Seis meses más tarde, en mayo de 2016, el capital se duplicó alcanzando los $1.410 millones. Detrás de ambas capitalizaciones estuvo la sociedad Instagis Inc., creada en septiembre de 2013 y radicada en Delaware, tal como muestran los registros a los que CIPER accedió.
Delaware es un destino apetecido por startups internacionales con planes de expansión en Estados Unidos, especialmente a la hora de ejecutar rondas de levantamiento de fondos para financiamiento y desarrollo. Ese estado ofrece a inversores que quieran colocar su capital de riesgo en este tipo de emprendimientos, procedimientos simplificados que hacen expedito el proceso de inversión. Cuenta además con una corte especial dedicada a resolver disputas corporativas.
Pero Delaware tiene otra cara dada por las exenciones tributarias que ofrece a las empresas que allí registran su domicilio fiscal –no hay impuestos a los activos intangibles, como la propiedad intelectual, ni tampoco a las ganancias generadas fuera del territorio–, por sus opacas leyes y el secretismo con el que protege la identidad y los pactos entre los accionistas de esas empresas. De hecho, el estado no exige que se informe sobre los nombres de los dueños de las sociedades que allí se constituyen. Ello explicaría por qué, por ejemplo, los documentos de inscripción de Instagis Inc. revisados por CIPER no muestren quién o quiénes están detrás de esa sociedad (ver documento).
Que Delaware no sea considerado formalmente un paraíso fiscal y que en la práctica opere abiertamente como tal, ha sido el gancho idóneo para las más de un millón de sociedades y/o empresas que se han instalado en esa jurisdicción. En Delaware, así como sucede con la mayoría de los paraísos fiscales del mundo, el número de sociedades allí registradas supera al de residentes.
Para Instagis, que recibió una cuantiosa inyección de dinero del Estado chileno, esa ambigüedad también ha resultado cómoda. Y esto porque en el reglamento del programa de Corfo que aportó los casi $1.400 millones a Instagis (a través de la administradora Genesis Ventures) en diciembre de 2015 se instruye explícitamente que “las sociedades extranjeras en que invierta el fondo, directa o indirectamente, no podrán estar domiciliadas ni ser residentes de países o territorios que sean considerados como paraísos fiscales o regímenes preferenciales nocivos”.
En rigor, Instagis cumple con la letra de la norma, pues pese a sus beneficios tributarios y al secreto que pesa sobre la identidad de los beneficiarios de las sociedades allí inscritas, Delaware no es considerado paraíso fiscal o régimen tributario preferencial por la autoridad tributaria chilena.
El 20 de abril de 2016, Instagis Inc. –laque físicamente opera en San Francisco (California) y Santiago– tomó formalmente control de su subsidiaria chilena Instagis SpA, reemplazando a El Postino como socio administrador de esa sociedad.
La noche del 23 de octubre de 2016 marcó una jornada histórica para Renovación Nacional (RN). El resultado de las elecciones municipales de ese domingo dejó a RN como el partido más votado de Chile –poco más de 800 mil votos–, con 47 alcaldes y casi 450 concejales electos. Alimentaron los festejos varias victorias en municipios estratégicos, como la de Felipe Alessandri en Santiago o la de Daniel Agusto en Calama, enclave de la centro izquierda desde 1992.
Tras las elecciones, la mesa directiva de la tienda de Antonio Varas salió fortalecida. Al día siguiente algunos medios informaron que la dirección del partido presidida por Cristián Monckeberg iría a la reelección y que incluso se evaluaba que el secretario general de RN, Mario Desbordes, encabezara la lista como presidente (ver artículo). Aunque eso no ocurrió, Desbordes, uno de los principales estrategas de la campaña que llevó al partido a su peak electoral, sumó galones.
Parte del éxito de RN está vinculado a un contrato firmado por el propio Desbordes, en representación de Renovación Nacional, el 5 de septiembre de 2016 con Instagis. El objetivo: perfilar votantes en comunas con candidatos a alcalde y concejal del partido para planificar acciones en terreno (como puerta a puerta), barridos telefónicos y campañas digitales ultra segmentadas.
En concreto, Instagis ofreció a RN un mapa de votantes, con “la dirección y comuna de las personas según padrón auditado 2016”; su “probabilidad de preferencias políticas” y el “GSE (Grupo Socioeconómico) para todos aquellos miembros que, según información pública disponible, residan en una manzana que haya sido censada el 2002”.
–Ocupamos intensamente la herramienta de Instagis en las municipales de 2016. A través de Facebook, por ejemplo, se perfilan a los electores de una comuna determinada y se detectan cuáles son abiertamente de derecha, de centro o de izquierda, y cuáles son neutros. Con eso trabajamos un mensaje específico para los de derecha, otro para los neutros, no molesto ni pierdo tiempo con los de izquierda, y si tengo los recursos puedo traducir eso en un trabajo de campo también aplicado con las mismas lógicas –señaló a CIPER el secretario general de RN, Mario Desbordes.
Al enviar publicidad digital o tocar puertas de hogares estratégicamente seleccionados, los encargados del despliegue territorial del partido de centro derecha no se enfrentarían a completos desconocidos. Instagis ofreció individualizarlos por RUT, segmento socioeconómico y grado de adherencia política a los candidatos (a alcalde y/o concejal) que se postulaban en su comuna. A las capas de información recogidas a partir de distintas bases de datos –públicas y del propio partido– Instagis agregó las interacciones con contenido político de esos mismos individuos en Facebook.
Por esa base de datos electoral, Renovación Nacional pagó $18 millones. Un “precio preferencial”, tal como se estipula en el contrato, que significó que RN aceptara como condición base de la oferta que Instagis pudiera guardar “una copia de las probabilidades ajustadas que podrá comercializar sin restricción para los fines que estime conveniente” (ver contrato).
En concreto, carta blanca para vender datos personales como el RUT, domicilio y la tendencia política –este último calificado en la ley como “dato sensible”– de cientos o miles de ciudadanos que fueron perfilados al detalle y sin saberlo, a quienes quieran comprar esa información con fines que nadie conoce.
Para el experto de la fundación Derechos Digitales de América Latina, Pablo Viollier, esa cláusula contractual refleja lo débil de la legislación chilena sobre protección de la vida privada y lo retrasada que está en relación a los estándares internacionales como los que rigen en la mayoría de los países de la OCDE.
–La Ley 19.628 no busca proteger a los individuos del tratamiento que hacen terceros de sus datos, sino regular el mercado de tratamiento de datos personales. No existen sanciones efectivas por vulnerar la norma; no se regula el flujo transfronterizo de los datos personales, ni el uso que se hace de datos para marketing directo sin autorización del titular. Tampoco existe una autoridad pública de control que fiscalice –señala Viollier.
La ineficacia de la ley a la hora de proteger derechos básicos de los ciudadanos sobre todo en lo que respecta a aquellos datos que la normativa define como “sensibles” –aquellos que refieren a características físicas o morales de las personas o a hechos o circunstancias de su vida privada o intimidad como sus creencias, convicciones religiosas y opiniones políticas– tiene una explicación.
Especialistas apuntan al agresivo y exitoso lobby que desplegó a fines de los ’90 la industria del marketing durante la tramitación de la norma. “La ley chilena sobre protección de datos personales fue redactada a instancias de la asesoría de los grupos y empresas interesadas en asegurar el lucrativo negocio que constituye el procesamiento de datos personales, lo que se sumó a la ignorancia inexcusable de los parlamentarios (…). Nos referimos a la empresa DICOM; a la Asociación de Marketing Directo de Chile; a la Cámara de Comercio de Santiago y a la Cámara Nacional de Comercio de Chile”, expuso el abogado chileno Renato Jijena en el Congreso Iberoamericano de Derecho e Informática, realizado en Monterrey (México) en octubre de 2010.
Mario Desbordes no fue el único que solicitó los servicios de Instagis en Renovación Nacional para apuntalar la carrera municipal de 2016. En las planillas de gasto electoral del Servel figuran contratando los servicios de la empresa de software territorial tres candidatos a alcalde, todos electos, de la misma colectividad: Felipe Alessandri (Santiago), Raúl Torrealba (Vitacura) y Felipe Guevara (Lo Barnechea).
Además de RN, Instagis también se granjeó clientes entre candidatos de la UDI y algunos independientes adscritos al pacto Chile Vamos. Joaquín Lavín invirtió $4,5 millones en el arriendo del software para su exitosa campaña en Las Condes. Cathy Barriga, nuera de Lavín, y José Manuel Palacios también acudieron a Instagis en las campañas con las que ganaron las alcaldías de Maipú y La Reina, respectivamente. Quien también contrató los servicios de la empresa que provee de inteligencia electoral fue el ex subsecretario de Prevención del Delito del gobierno de Sebastián Piñera, Cristóbal Lira, que resultó electo concejal por Lo Barnechea.
La performance de Instagis en las municipales de 2016 fue prácticamente redonda. Solo dos candidatos que contrataron sus servicios, Cristian van Rysselberghe (Concepción) y Juan Francisco Galli (candidato a concejal por Vitacura), no lograron su cometido. De cara a 2017, Instagis sería número puesto en la centro derecha para las parlamentarias y presidenciales.
Para las elecciones de noviembre pasado, por ejemplo, la UDI puso a disposición de sus candidatos al parlamento y a CORE, el software de Instagis con datos georreferenciados de los electores de todos los distritos del país. En estas presidenciales, la herramienta de la empresa radicada en Delaware fue utilizada desde muy temprano por el comando de Sebastián Piñera.
El registro de gasto electoral del Servel indica que para las primarias presidenciales de Chile Vamos, Piñera desembolsó al menos $20 millones por el arriendo de la licencia del software de Instagis. La misma herramienta sirvió de insumo para el desarrollo de distintas estrategias desplegadas post primarias por el comando del abanderado de la centro derecha.
Tal como informó La Tercera, con la herramienta de Instagis se logró clasificar a los posibles votantes en “piñeristas”, “indecisos” y “perdidos” y a cada segmento se les envió mensajes específicos para reforzar, inclinar o dar vuelta su postura. Los mapas de georreferenciación de votantes de Instagis también habrían servido como insumo para orientar los barridos masivos en hogares –cerca de 150 “puerta a puerta” diarios– que hicieron brigadistas del comando de Piñera en la segunda vuelta para conquistar votos.
¿Cuánto influyó el software de predicción electoral en la aplastante victoria de Sebastián Piñera en segunda vuelta? Difícil saberlo. Lo concreto, es que los análisis post elecciones sugieren que Piñera no solo aseguró los votos obtenidos de todo su sector en primera vuelta, también que su campaña fue efectiva en movilizar a nuevos votantes (350 mil nuevos sufragios válidamente emitidos) y también en sustraer una significativa cantidad de electores de la Democracia Cristiana y en menor medida de candidatos de la izquierda.
Los datos proporcionados por Instagis no solo fueron importantes en el diseño del despliegue territorial de la centro derecha en las elecciones de 2016 y 2017. Tanto en las municipales de 2016, como en las parlamentarias pasadas, sirvieron también como insumo para el desarrollo de la campaña de marketing digital que llevaron adelante candidatos de Chile Vamos y en particular de Renovación Nacional.
El mismo día que el partido liderado por Cristián Monckeberg firmó contrato con Instagis (5 de septiembre de 2016), su secretario general, Mario Desbordes, contrató los servicios de Pablo Matamoros, socio de Magdalena Piñera (hija de presidente electo Sebastián Piñera) en la empresa de marketing digital Amna. Matamoros ya había participado como encargado digital de la campaña de Piñera en 2009 y fue asesor digital de La Moneda bajo el mandato del hoy presidente electo.
Los resultados del 19 de noviembre pasado dejaron nuevamente a RN como el partido más votado con seis senadores y 36 diputados electos. Al día siguiente, Matamoros partió a dar charlas a España donde fue presentado como el “arquitecto de la campaña ganadora de Chile”. El organizador de una de las presentaciones que hizo Matamoros en Madrid publicó en Twitter tras el evento: “Lo más curioso de la charla de ayer de Pablo Matamoros fue comprobar que Chile nos ha adelantado como país en conocimiento y aplicación de estrategias de big data e hipersegmentación y que los partidos de allá gastan más en publicidad online. Y les funciona”.
–Lo que hizo Instagis en estos dos años de campaña fue entregarnos audiencias segmentadas para Facebook, para que nosotros pudiésemos incluir o excluir audiencias y ejecutar inversiones en esa plataforma. Gente más de derecha, gente más de izquierda o, por ejemplo, gente que le gusta Sebastián Piñera o el deporte, con esa información puedes gestionar distintos planes de inversión –dijo Pablo Matamoros a CIPER.
Matamoros, quien actuó como contraparte de Instagis en RN, indicó que la empresa fue una pieza más de un engranaje mucho más complejo en la exitosa gestión de la campaña digital del partido.
Mario Desbordes reconoce que el software de Instagis pudo ser importante en el éxito de las municipales de 2016, aunque señala que para las parlamentarias de noviembre no habría resultado “decisivo”.
–Fue una herramienta más. En el partido instalamos un grupo de personas encabezada por Pablo Matamoros que complementó, por decirlo de alguna manera, el trabajo de Instagis. Pablo era su contraparte técnica y además de manejar los vínculos con otras empresas, como Facebook o Google, en aquellos lugares donde Instagis no tenía suficiente densidad como para influir en el resultado de la elección, él y su equipo fueron construyendo un perfilamiento de votantes –señaló Desbordes, quien agregó que este tipo de herramientas de georreferenciación y segmentación de audiencias no tienen mayor incidencia en una campaña “si es que antes no se arma una buena lista de candidatos y no se negocian bien los cupos[parlamentarios]”.
Si en el nicho de las campañas políticas Instagis ha logrado éxito, es en el negocio de la seguridad donde la empresa ha obtenido rentabilidad. Instagis ha vendido programas para la gestión de “seguridad ciudadana” a varios municipios de la Región Metropolitana entre los que se cuentan Las Condes, Santiago, Providencia, Maipú y Ñuñoa.
El desarrollo del software de seguridad ciudadana de Instagis también contó con el aporte de Corfo, a través de Innova Chile. En noviembre de 2015 Instagis recibió $35,5 millones para sumar a un ingeniero informático a su equipo y así “crear un modelo de predicción territorial capaz de anticiparse a los acontecimientos delictuales que acontecen diariamente en el territorio”, tal como se lee en documentos de Corfo que CIPER tuvo a la vista.
Esos mismos documentos registran el avance del proyecto y dan cuenta de las dificultades que tuvo Instagis para alcanzar los objetivos inicialmente planteados. Parte de ellas se debieron al retraso en la obtención de datos delictivos de Carabineros, lo que los obligó a recurrir a otras fuentes de información. El modelo tuvo que ser testeado con datos de la ciudad de San Francisco (California). Producto de esas dificultades Instagis reportó haber desarrollado “trabajos complementarios” en el área de seguridad. Uno de ellos fue el Mapa del Delito, una plataforma web con data delictual a disposición de la ciudadanía y que utiliza información disponible en la página web de distintas comisarías de Carabineros.
La web Mapa del Delito fue lanzada en enero de 2016 de la mano de la Asociación de Municipalidades (Amuch) presidida entonces por el alcalde de Colina, Mario Olavarría (UDI), quien actualmente enfrenta acusaciones de fraude al Fisco en el llamado Caso Basura. En el lanzamiento de la plataforma, Olavarría señaló: “Este mapa que es práctico y sencillo de utilizar, nos muestra la realidad de la delincuencia a nivel local, en cada comuna y contribuye a tomar mejores decisiones” (ver aquí).
A poco menos de dos años de su lanzamiento, la plataforma Mapa del Delito está caída (aunque no estaba comprometida en el proyecto original presentado a Corfo). El 10 de octubre pasado Corfo aprobó el cierre del proyecto de Instagis, estableciendo que en “términos conceptuales” se había logrado ejecutar el 100% de las actividades y gastos, así como alcanzar el 100% de los objetivos y resultados”.
En ese mismo documento, se reportó que entre agosto de 2016 y agosto de 2017 las ventas de Instagis “se incrementaron en un 160%, producto del aporte del proyecto”.
Instagis también cuenta con otra plataforma de gestión territorial llamada “Civic Brain”, para que los municipios puedan comunicarse de forma segmentada con los habitantes de la comuna. Providencia, Zapallar, Coquimbo, Santiago y Lo Barnechea ya cuentan con ese software.
Son cerca de 15 los municipios –liderados por alcaldes de distintos sectores políticos– los que en los últimos dos años han contratado servicios con Instagis. También lo han hecho organismos públicos como el Servicio Electoral (Servel); el sistema de Compras Públicas, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) y la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb).
Entre 2015 y 2016, Instagis registra ventas en el portal Mercado Público por más de US$1 millón ($620 millones al cambio actual).
Desde el Congreso también se han requerido los servicios de la empresa. El diputado Gonzalo Fuenzalida (RN), quien integra la Comisión de Seguridad de la Cámara, pagó $4,1 millones porestudios sobre “Delitos en Chile”. Lo hizo con dineros de las asignaciones que mensualmente se destinan a los diputados para costear informes elaborados por asesores externos ($2,4 millones). Lo que hizo Instagis fue levantar información y generar gráficos a partir de las estadísticas de delincuencia de Carabineros alojadas en el sistema PACIC (Plataforma de Análisis Criminal Integrado de Carabineros).
Quien también solicitó los servicios de Instagis fue el diputado (ex RN) José Manuel “Rojo” Edwards. El informe, también pagado con asignaciones del Congreso, data de diciembre de 2016 y se titula “Segmentación y análisis de habitantes del distrito para comunicación de políticas públicas”. Edwards, quien se postuló a senador por La Araucanía en las parlamentarias de noviembre sin éxito, pagó $4,6 millones por ese informe.
CIPER se contactó con Instagis en varias oportunidades para aclarar una serie de interrogantes relacionadas a la comercialización de datos catalogados como “personales” y “sensibles”, a los aportes de Corfo y a su domicilio fiscal en Delaware. No hubo respuesta.
El 22 de marzo de 2013 el Comité de Capital de Riesgo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) autorizó la entrega de una línea de crédito por UF 306 mil ($7.020 millones), al “Fondo de Inversión Privado Genesis Ventures,” especialmente creado por la administradora de fondos Genesis Capital S.A. para este programa.
Este fondo combina el financiamiento de sus propios aportantes (Genesis Capital y personas naturales) para invertir en empresas que por su producto, idea o proyecto, tienen un gran potencial de desarrollo como negocio, pero que como están recién partiendo requieren de apoyo profesional y especializado: además de recursos, el fondo entrega soporte técnico, operacional, directorio, adaptación a normas de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y otros reguladores o inversionistas extranjeros, pero sobre todo, redes.
De acuerdo a documentos legales revisados por CIPER, entre los aportantes privados del fondo se encuentran sociedades ligadas al ex presidente de la Sofofa, Hermann von Muhlenbrock, y a los empresarios José Manuel Urenda y Andrés Olivos, entre otros.
Esta línea de financiamiento de Corfo es un crédito blando, que se paga al momento de la liquidación del fondo. Para este caso es de 10 años plazo y el préstamo tiene una tasa de interés del 5,01% y por cada UF que pone el fondo, Corfo pone dos. La administradora puede gastar hasta el 2,5% del total en costos de administración.
A junio de 2017 este fondo había invertido UF 197.599 y le queda por completar un saldo de UF 234.065 que según el acuerdo debe estar colocado o invertido a más tardar el 30 de mayo de 2018.
De acuerdo con información de Corfo, este fondo ha realizado cuatro desembolsos: