SOCIOS CREARON INMOBILIARIA PARA COMPRARLO EN $500 MILLONES Y DOS AÑOS DESPUÉS LO REVENDIERON EN $3.116 MILLONES
Fiscalía investiga venta de valioso terreno costero de Iquique que pertenecía a club de tenis sin fines de lucro
22.12.2022
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SOCIOS CREARON INMOBILIARIA PARA COMPRARLO EN $500 MILLONES Y DOS AÑOS DESPUÉS LO REVENDIERON EN $3.116 MILLONES
22.12.2022
El Club de Tenis Tarapacá era dueño de tres canchas frente a la Playa Bulnes. En 2019 su asamblea resolvió vender ese sitio. La oferta aceptada incluía un monto en dinero y un nuevo terreno para las instalaciones deportivas. Finalmente fue vendido a una inmobiliaria creada por socios del mismo club, los que pagaron $500 millones. Las escrituras de la compraventa indican que solo se entregaron $80 millones en efectivo (el resto se cancelará en dos cuotas que se completarán en 2030) y en ellas no se menciona el nuevo terreno para las canchas. Este año la inmobiliaria volvió a vender el predio en $3.116 millones, seis veces lo que había pagado al club.
La Brigada de Delitos Económicos (Bridec) de la Policía de Investigaciones (PDI) ya desarrolla diligencias por encargo de la Fiscalía de Tarapacá, la que lleva una indagatoria sobre presuntas irregularidades en la venta de un predio que perteneció a un tradicional club de tenis de Iquique. El terreno se ubica en una zona de interés inmobiliario, a menos de 200 metros de la sede del gobierno regional y a pocos pasos de la playa Bulnes.
A fines de 2019 la asamblea del Club de Tenis Tarapacá decidió vender el sitio donde se emplazaban sus tres canchas a cambio de una oferta que incluía no solo un monto de dinero, sino también otro terreno de 5 mil metros cuadrados donde construiría sus nuevas instalaciones deportivas. La compradora fue Inmobiliaria Tarapacá, constituida por socios del mismo club, la que prometió pagar $500 millones.
En los documentos de la compraventa revisados por CIPER no se incluyó el nuevo terreno para el club. Además, en la operación se pagaron solo $80 millones en efectivo (los restantes $420 millones se cancelarán en dos cuotas que se completarán en 2030). Pero, lo más llamativo es que la inmobiliaria que lo compró volvió a venderlo en junio de este año en $3.116 millones, seis veces el valor que pagó originalmente.
Estos tres factores -la ausencia del nuevo terreno, el pago en efectivo solo del 16% del valor pactado y el alto precio de reventa- llevaron a un grupo de personas relacionadas con el mismo club a preguntarse si la operación había lesionado el patrimonio de la entidad deportiva. Manuel Palacios Cáceres, quien encabeza este grupo, informó a CIPER que a inicios de agosto pasado se presentó una querella. La acción judicial fue declarada admisible y la Fiscalía investiga la acusación.
CIPER se comunicó con algunos socios del club que integran la Inmobiliaria Tarapacá, que adquirió y luego revendió el predio. Todos indicaron que las consultas debían dirigirse a Juan Rebollo Zagal, miembro del directorio del club, una de las personas que constituyó la Inmobiliaria Tarapacá y ex abogado integrante de la Corte de Apelaciones de Iquique (ha sido nombrado seis veces entre 2003 y 2015).
CIPER contactó a Juan Rebollo para consultarle por qué razón el Club de Tenis Tarapacá no vendió directamente a un comprador que estuviese dispuesto a pagar los $3 mil millones en los que finalmente se comercializó el terreno y a qué se debe que en la compraventa no se incorporó el nuevo terreno, que era parte del acuerdo adoptado por la asamblea del club para enajenar el sitio.
Rebollo respondió que solo contestaría las consultas para este artículo si un periodista de CIPER viajaba a Iquique para hablar en persona. Insistimos en nuestras preguntas, indicando que no era necesario recorrer más de 1.400 kilómetros para escuchar sus explicaciones y recibir los documentos que las respalden, pero mantuvo su posición.
Para este artículo, CIPER accedió a la querella y tuvo a la vista variadas escrituras públicas, enviadas por los denunciantes. Además, se revisaron registros contenidos en bases de datos públicas, como la del Servicio de Impuestos Internos (SII).
Los registros del SII indican que en el segundo semestre de 2019, cuando se concretó la venta del terreno a la Inmobiliaria Tarapacá, el avalúo fiscal del predio -compuesto por dos sitios- sumaba $522 millones. Ese valor era superior al precio en que finalmente el club vendió el sitio. Normalmente, en el mercado inmobiliario ocurre al revés: el precio de venta es mayor al avalúo fiscal.
Según el estatuto del club -enviado a CIPER por los denunciantes-, esta organización deportiva es sin fines de lucro y en caso de que sea disuelta su patrimonio debe ir a la Corporación Municipal de Deportes de Iquique. No está claro que el club estuviese en riesgo de disolverse, pero atravesaba serios problemas económicos cuando su asamblea adoptó el acuerdo para vender el terreno.
La asamblea de socios en la que se decidió enajenar el sitio, ubicado a pocos metros de la playa, tuvo lugar el 10 de octubre de 2019. Así lo indica el documento que envió Manuel Palacios a CIPER. A esa cita concurrieron 25 socios, entre los que estaba Juan Rebollo. Los directivos explicaron a los asistentes que la organización pasaba por problemas económicos, con “un déficit permanente porque las cuotas sociales no son suficientes para enfrentar los gastos de mantención y el pago de contribuciones”, según se lee en el documento. También había deudas con el presidente, Héctor Rebollo Zagal, hermano de Juan (revise aquí esa acta).
Según pudo revisar CIPER en los registros de tribunales, efectivamente el club no atravesaba sus mejores años: en 2018 la Tesorería General de la República había presentado un escrito para rematar una parte de la propiedad.
Luego de la exposición de los problemas, Héctor Rebollo dijo en la asamblea que era hora de vender el terreno. Enseguida comunicó que ya había un oferente llamado Inmobiliaria Tarapacá S.A., que ofrecía pagar una cuota en efectivo, otra a largo plazo y además traspasar, como pago principal, “un terreno de 5.000 mts cuadrados en el cual se construirán 3 canchas de tennis reglamentarias, un club house, casa de cuidador, piscina, etc”.
La compraventa se concretó el 23 de diciembre de 2019. Concurrieron a la operación Héctor y Juan Rebollo Zagal: el primero en nombre del Club de Tenis Tarapacá y el segundo en representación de la Inmobiliaria Tarapacá. La escritura señala que se pagaron en ese acto $80 millones por medio de un vale vista del Banco Internacional, y que quedaban por cobrar más de $400 millones, a cancelar en 2025 y 2030 (ver documento). En ninguna parte se incluyó el terreno de 5 mil metros cuadrados del que se había hablado en la asamblea de socios.
El 7 de junio de 2022, Juan Fernando Rebollo Zagal compareció en la Notaría Carlos Vila Molina, en Iquique, para concretar la segunda venta del terreno en menos de tres años. Lo hizo como representante de la Inmobiliaria Tarapacá, la sociedad que había sido creada por socios del club de tenis. En ese entonces, y hasta hoy, Rebollo también figura en los documentos del Registro Civil como tercer director de la organización deportiva.
Su contraparte fue la sociedad Inversiones Marshall Limitada, la que pagó $3.116 millones por el terreno (ver documento). Es decir, seis veces el precio que había pagado la Inmobiliaria Tarapacá en 2019. Sobre esta operación, el querellante Manuel Palacios, dijo a CIPER:
-Ahí se puede demostrar de manera fehaciente que el precio entre el club de tenis y la inmobiliaria es una falacia, un cuento. ¿Cómo pueden vender algo en $500 millones y a los dos años lo venden en $3.116 millones? La única entidad que ha perdido hasta el momento es el Club de Tenis Tarapacá, porque ese no fue el precio justo.
La querella, presentada ante el Juzgado de Garantía de Iquique, señala que para salvar a la organización deportiva de sus problemas económicos “lo único que se requería” era que el Club de Tenis Tarapacá hubiese “vendido directamente a Inversiones Marshall Ltda. por aquel millonario precio con el objeto, además, de salvar el ‘déficit financiero’ por el que atravesaba el club según expusieron los querellados en asamblea de fecha 10 de octubre de 2019”.
Socios del club que integran la Inmobiliaria Tarapacá dijeron a CIPER, bajo la reserva de sus nombres, que no hay ilegalidad en la operación de compraventa y que ya existe un proyecto para construir las instalaciones deportivas en un nuevo terreno. No obstante, CIPER no pudo acreditar de manera documentada la existencia de ese proyecto y, de ser efectivo que habrá nuevas instalaciones, si se ocuparán íntegramente los $3.116 millones en su habilitación y si la propiedad quedará a nombre del club.
Entre los socios de la Inmobiliaria Tarapacá aparecen empresarios y abogados de renombre en Iquique. Según un acta de accionistas de mayo de este año, destacan Giorgio Macchiavello Yuras -hasta noviembre de 2016 miembro del directorio de Zona Franca de Iquique-; además de Juan Rebollo Zagal, seis veces abogado integrante de la Corte de Apelaciones de Iquique entre 2003 y 2015; y Miguel Ortuño Nieto, empresario y excandidato a concejal por Iquique en 2008 y 2016, apoyado por el PPD, entre otros (revise aquí el acta con el detalle de los 25 accionistas).
La sociedad Inversiones Marshall Limitada, la compradora final del terreno, fue constituida en 2008 por Issa Sayed Youssef Jaafar, empresario libanés asentado en Iquique que en 2012 fue formalizado por la Fiscalía por internar al país poleras Polo falsificadas. Ha sido también presidente de la asociación gremial Unión de Empresarios de la Zofri.